jueves, 3 de septiembre de 2015

EL AZOTE DE LA CONCIENCIA

Se llamaba Aylan, era sirio, tenía 3 años y desde ayer circula por las redes la foto de su cuerpecito inerte que yace en una playa turca. Parece dormido pero no lo está, está muerto, murió ahogado buscando un sitio mejor donde vivir porque, como dice la escritora somalí Warsan Shire, "nadie pone a sus propios hijos en un barco, a menos que el agua sea más segura que la tierra". Y con esta foto se ha despertado la conciencia de millones de personas, una conciencia que tenemos anestesiada ante el aluvión de catástrofes que vemos a diario a través de los medios de comunicación. Y después de verlas siempre lo mismo, como mucho exclamamos "qué barbaridad" y seguimos con nuestra rutina de todos los días. Y es que cosas como la que le ha pasado a este niño vienen pasando desde el principio de los tiempos, pero las fotos de otros niños que mueren buscando una vida mejor no salen publicadas en los medios de comunicación en un primer plano, y ya se sabe aquello de que lo que no se ve, no existe. Pero aquí un audaz fotógrafo ha publicado la foto de este niño que ha movido la conciencia de millones de personas, provocando así una avalancha de solidaridad. No, que nadie se alarme, en un par de semanas la mayor parte de esas personas movilizadas continuarán con sus cosas y se olvidarán de este pobre niño y de muchos otros que mueren a diario asesinados por la codicia. De hecho siempre pasa con las grandes catástrofes ¿Alguien se acuerda del terremoto de Nepal y de la cantidad de dinero que se necesita para atender a quien lo han perdido todo? Muy poca gente, sobre todo lo tienen muy presente los cooperantes que están allí trabajando por ayudar a esas personas y que maldicen la falta de memoria que tenemos los del Primer Mundo, lo rápido que nos olvidamos de quien necesita nuestra ayuda. Y lo mejor de todo es la exigencia a los gobiernos para que abra las puertas a estos refugiados sirios, que digo yo que los refugiados de otros países también tienen su derecho a ser acogidos. Eso sí, que nadie toque nuestro estado del bienestar, porque el hecho de que nuestro entorno se llene de personas que necesitan comer y todo tipo de asistencia sanitaria y educativa no nos tiene que acarrear pagar más impuestos con los que el Estado pueda contratar a más médicos y docentes, y tampoco nos tiene que acarrear que donemos dinero a ONGs para que puedan comprar los alimentos que necesitan. Como mucho hacemos una donación puntual que acalla nuestra conciencia o nos inscribimos en alguna ONG donando una cantidad insignificante de dinero, calderilla para nosotros. Y es que como dice Arturo Pérez Reverte, salvo honrosas excepciones "España no soporta los primeros  planos", afirmación que puede hacerse extensible a los demás países del "Primer Mundo". Y ya lo dice el médico cooperante español Iñaki Alegría en su libro "Alegría con Gambo", compartir es dar lo que se tiene, no las sobras.

STEVE DENNIS. "Así es como su historia debería haber terminado."
Ay Aylan, en menudo fregado te hemos metido, tú que sólo querías jugar a la pelota con tus amiguitos en la calle o en el cole. Yo prefiero pensar en ti tal y como estás en la foto que adjunto aquí al lado, dormidito en la cuna o, mejor, en el regazo de tu madre, soñando con las estrellas o en que estás comiendo ese helado que tanto te gusta. Ayer fueron otros, hoy has sido tú y detrás de ti vendrán otros que dejarán su vida en el camino por alcanzar un mundo mejor. Y nosotros seguiremos con nuestra vida de todos los días, exigiendo mucho a las autoridades pero sin renunciar a nuestro estado de bienestar por nadie, comprando ropa hecha en China, India o Rumanía aun sabiendo que los trabajadores que la han hecho no tienen derechos y son explotados y, lo que es peor, sabiendo también que una parte de esa ropa está hecha por niños un poco más mayores que tú a los que se les está robando la infancia. Descansa en paz, cariño.



Enlaces de interés relacionados con la noticia:



No hay comentarios:

Publicar un comentario